domingo, 14 de agosto de 2016

Un simple te quiero


Pasan los días y cada segundo me acuerdo más de él, del chico que más me ha hecho reír a pesar de ser más serio que mi padre. Llegó rápidamente a mi corazón con la misma velocidad con la que se ha ido de mi lado, sin saber que estoy enamorada de él. 



Debería haberselo dicho, debería haberle gritado "te quiero" aquella última noche. Pero en cambio, cuando me dijo que se iba, que se marchaba de esta ciudad, me quedé callada sonriendo. No fuí capaz de pronunciar ni una sola palabra. Parecía que no me importaba en absoluto, pero en el fondo mi brújula se quedaba sin aguja.



Es por esto por lo que mi cabeza es ahora como una peonza que gira sin hilo, pues se ha dado cuenta de que, en la vida, los 'te quiero', son dos palabras que significan mucho, se dicen poco y, si  se dicen, es a quién no se debe.


No hay comentarios:

Publicar un comentario